Por Ramón Núñez Ramírez
Es muy frecuente que los funcionarios-cúpulas de los partidos en el poder se embriaguen, pierdan el sentido de la realidad y emprendan acciones de alto costo político y electoral.
Fue el caso del PLD, su cúpula estaba tan embriagada del poder que no se detuvieron a pensar el costo de hacerle trampas al líder del partido en unas primarias abiertas, tampoco les importó su salida y la fundación de otro partido y además el entonces Presidente Danilo Medina, escogió al peor de los candidatos, provocando la derrota y que hoy miles de peledeístas hayan perdido sus empleos, mientras pasados funcionarios, civiles y militares, además de hermanos del expresidente, están sometidos a procesos penales por corrupción.
Esto viene a cuento porque ahora el partido oficialista es el PRM; hasta octubre de 2019 era una organización cuyas simpatías y la de su candidato presidencial no superaba el 34 %, pero una serie de coyunturas como la división en el PLD, el fracaso de las municipales de febrero por el tollo del “voto automatizado”, sumado a una clase media que se lanzó a la Plaza de la Bandera, les permitió el triunfo con votos prestados.
Ya en el poder sus filas se han engrosado y se fortalece como organización hasta constituirse en el partido de mayores niveles de simpatías, pero sigue siendo una organización en construcción y con el reto de vencer la “jettatura” de que los presidentes del PRD solo han durado un período de Gobierno.
En la actualidad hay tensiones en el PRM y una de sus manifestaciones se da en el Congreso donde varios senadores han manifestado su inconformidad porque supuestamente en la cúpula del partido se estén produciendo negociaciones para favorecer otros candidatos y frisar las aspiraciones reeleccionistas de varios. De hecho, ya se produjo una deserción del Senador por La Romana, Iván José Silva Fernández, conocedor de que lo iban a sustituir renunció y se juramentó en el PRD.
No es obligatorio que todos los senadores sean repostulados, pero deben tener la oportunidad de competir con los otros aspirantes, pero resulta que la democracia en el PRM ha retrocedido de elecciones en primarias cerradas, como fue en 2019, a elección mediante encuestas y eso va a provocar muchas querellas ante el TSE alegando desconocimiento de derechos constitucionales.
En los diputados el problema es menor, porque hay muchos puestos electivos, pero en el caso de los alcaldes se producirán terremotos locales, especialmente en los municipios donde el incumbente renunció del PLD u otro partido y fue “adquirido” por el PRM y dentro de las negociaciones estaba implícito la repostulación, perjudicando a compañeros que legítimamente aspiran a esas candidaturas.
También hay una tensión soterrada con el tema de la vicepresidencia, no es accidental la decisión de la Carolina Mejía, de no buscar la reelección a la Alcaldía del DN, recordemos en las elecciones de 2016 ella fue la compañera de boleta de Luis Abinader y es una fuerte aspirante a la candidatura presidencial en 2028, como lo es el Ministro, David Collado.
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